30.3.12

Umbral

El rigor de la ausencia mata como la puta madre, mata como el tiempo malo, como la realidad. Desde los dos lados, al fabricarla y al sentirla. Uno se piensa que se puede fabricar ausencia para luego revertirla y no, no. No se revierte. Se podrá solucionar a medias, con suerte. Pero la ausencia ya no se revierte. Una vez leí a Saer decir que lo que entra al mundo ya no vuelve a salir. Ésa es la mitad de la verdad. Lo que sale del mundo no vuelve intacto. Hace unos días me puse a ver el show de las Bandas Eternas, que ahora, con un par de años ya encima, empieza a despegar algunas escenas brillantes por sobre otras: el show de Velez va soltando monedas de oro, algunas más difíciles de conseguir que otras. Y entre esas monedas, me hacen sentir mal (por lo bien que me hacen) las que vuelan cuando se producen los duetos. Spinetta y Sujatovich, Spinetta y Fontana, Spinetta y Rapoport. 
Pensar que los dos están muertos. Hago esto, pongo el video con los dos temas pegados, porque es inconcebible, para los lúcidos y para los otros, que estén, los dos, muertos. El rigor de la ausencia mata como la puta madre. Esos dos tipos que hace apenas dos años, una noche de brisa, hacían ésto que se ve en el video, ya no están. Y es el fin del lenguaje.



Salvo por las letras, que quedaron impresas en el mundo. Es la parte que no sale: no lo es todo, sólo es la parte que no sale del mundo. Pero habla, siempre, por uno. 

Estás perdiendo el tiempo
pensando
pensando
y estás fuera de la vida
jugando y perdiendo
Comes tu conciencia
manzano,
en la nada
y ¿qué dirán las sombras
de todo tu regreso?
Tu ser sin querer
se abrirá de la luz
se irá
sin saber que lo amaban
Deambulan los perros
en busca de agua
y cómo pasa el tiempo
( sin fuego... sin fuego...)
ángel de los pobres,
pequeña armonía
algo tiene un ensueño
en este insomnio
Tu ser sin querer
se abrirá de la luz
se irá
sin saber que lo amaban
Ya dejaste tu día
buscando las moras
hablando de los niños
que escriben en el cielo
Apocalypse
(de aire... de aire...)
termina todo ese oro
en tus bolsillos
Perdido,
en el mundo
tu ser te dolerá al fin
ombligo de piedra marcado

No
te busques más
en el umbral
para que sepan,
la forma de tu alma
y que siga la melodía.


No hay comentarios.: