31.12.06

Visión

Estoy por consultar a Sergio, un vidente que durante la semana atiende en un local de una galería céntrica. El dato me lo pasó mi suegra: ella forma parte de su clientela fija y lo visita con cierta periodicidad, al final de cada cuatrimestre. En mi caso, creo que decidí “hacerme ver” para aprovechar la falta de equilibrio que produce el final del año. Pedí un turno hace unos días y aquí estoy siguiendo las instrucciones de la espera, sólo para escuchar alguna certeza de alguien que no asegure ser parte de mi familia.

El escritorio donde Sergio recibe a sus clientes es bastante angosto, y la sala, ahora, está llamativamente oscura. Lo primero que se me viene a la cabeza en este asiento es el chiste clásico de la profesión: dos videntes se encuentran en la calle y uno le dice al otro: “Qué alegría encontrarte, negro. Vos andás bien, ¿y yo?”. Sergio no es negro ni está contentísimo con mi visita, pero así y todo me recibe con un gesto sereno, casi amigable. Y me invita a charlar.

Tiene un hermoso sillón de oficina, con el respaldar alto. Se acomoda la vincha que le tapa la frente, se frota los dientes con las yemas de los dedos y, antes de saber mi nombre, me pide que le detalle los datos más importantes que fui a buscar a su local.

Según el procedimiento del manual de videncia, es el profesional el que decide el rumbo del diálogo. Por eso Sergio elige una de mis preguntas al azar, luego de hacer unos movimientos en círculo con la cabeza, y dice que me voy a quedar definitivamente pelado el 7 de septiembre de 2010, cerca del mediodía. Yo le digo que no, que no puede ser, porque esa misma noche tengo que ir, como todos los 7 de septiembre, al cumpleaños de mi mejor amigo. Pero él repite la fecha con tanta seguridad que, de un momento a otro, me da miedo de que mi amigo no llegue vivo a su propia fiesta. Le pregunto si el festejo de esa noche lejana corre algún peligro: me dice que no, que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Y me aclara que ese tipo de digresiones también cuentan como preguntas y respuestas.

Sergio pone los ojos blancos y repite: 7 de septiembre de 2010. El último de los pelos. Al mediodía.

—Pero cómo —le digo—, ¿Vos me querés decir que voy a llegar a esa fiesta sin un solo pelo en la cabeza?

—No —dice Sergio—. Ese mediodía se te va a caer el pelo del final. Lo que aguante hasta esa fecha, allí quedará.

—Todo lo que quieras, Sergio —insisto—, pero con eso no hago nada. Si esa noche tengo la fiesta, necesito saber de última cómo va a ser la forma de mi pelada. El dibujo de lo que quede, la orilla entre la piel y el pelo.

—Pero eso no es relevante —me dice Sergio.

—Y eso no es más que tu opinión —lo interrumpo—. El que decide lo que importa y lo que no, soy yo. Para eso te pago.

—Estás equivocado, Ernesto. Lo que tiene que importarte es la forma de lo que va a quedar adentro —dice.

Me quedo callado, para no complicar aún más las cosas. Parece que Sergio, cuando discute, te adivina el nombre. Aprovecha mi silencio para volver a frotarse los dientes (en esos dedos tiene algo blanco que no es dentífrico) y también se acomoda la vincha, con delicadeza. Espera que yo le siga hablando.

—Yo te pago por vidente, no por psicólogo —le digo.

—Vos me pagás para que te dé respuestas.

—¿Y no podés saber la forma que va a tener “todo esto” del lado de adentro?

—Por supuesto —dice Sergio—. Va a tener la forma de tu pelada.

—Pero fijáte si podés dibujar el contorno de esa forma —le pido por última vez, y señalo unos papeles apilados sobre el escritorio.

Pero me dice:

—Para eso tenés que abonar otro pack de preguntas.


Sergio, como tantos otros tipos talentosos que conocí en mi vida y que también trabajan en negro, me está tomando el pelo. Festeja en silencio sus palabras y deja escapar una sonrisa diabólica, llena de dientes frotados con algo blanco en las yemas de los dedos. Yo me convenzo, frente a ese último gesto, de no pagarle un solo peso por las respuestas que hasta aquí me ha dado. Ya tengo algo de lo que vine a buscar y, si quiere cagarme a trompadas por no pagar la consulta, va a tener que romper toda su oficina. Nos guste o no, él tiene la certeza de una discusión ganada. Yo, la de una fiesta dentro de tres años, en la que voy a estar vivo, acompañado y coleando.

Al mechón que tengo en el lugar del flequillo también le auguro mucho más tiempo y frondosidad que la que supuestamente me indica el destino. Después, en todo caso, llegará el momento de descubrir mi nueva forma.

29.12.06

Empezó el baile

Llegué al bar de la galería Jardín (hermoso sitio para comenzar con esto) y allí estaban los primeros en llegar, Funes, Oyola, Levin y novias, junto al Chimango y un par de cervezas. Los chicos, en el viaje, tuvieron que parar en Brown para después cambiarse de colectivo y desde allí viajar a Bahía Blanca, en vez de cortar derecho por el desierto. Pero poco les importó, porque se adaptaron a las primeras brisas de la ciudad con una tranquilidad envidiable.

A eso de las siete caminamos hasta la casa tomada que oficiará de recepción del evento, Arpillera Cultural. Tocamos la puerta. Recién entonces, desde la vereda, asistimos al comienzo de los Villancicos: en vez de recibir la invitación a pasar de la señora encargada del lugar, nos recibió un viejito hecho mierda, camisa abierta y pecho desvencijado, que tenía cara de un largo, larguísimo sueño de siesta.

Todos: nos miramos.

Luego procedimos a reconocer el terreno de juego: lamparitas quemadas a reemplazar, asientos rotos que sobran, escaleras y sonido, empanadas y porcentajes de las birras. Descubrimos que Arpillera tiene un primer piso con invernadero, donde seguro fermentaremos el sábado. También descubrimos un baño abierto, un par de zapatillas de tenis por ahí tiradas, y antes de retirarnos, lo mejorcito: una cortina de tela blanca que tapaba a nuestro viejito que, después de abrirnos la puerta, volvió a dormir sobre un catre –mientras nosotros gritábamos la organización– igual de hecho mierda, con camisa abierta, y el pecho desvencijado.

Hoy a la tarde descubrimos que el 30 de diciembre –exacto, una fiesta para el 30 de diciembre– vamos a recibir a muchas más personas que lo que aguanta el lugar, con luces, telas de arpillera y bandas. Sólo nos faltarían las bengalas.

Los villancicos ya empezaron. Brindo por ello.

26.12.06

Por todo eso

Yo siempre te espero imaginándote
a vos, que sos tan clara como tu nombre
que te mordés la sonrisa de la alegría
que me empujás los finales hacia delante

tené en cuenta eso
de la imaginación
antes de que mañana me despiertes

13.12.06

Para hacerle sombra

El Pato Fontanet, su hermana menor y el tenista ruso Marat Safin en la despedida de Pinoshit, buscando un solo objetivo: hacerle un poco de sombra.
(Nótese que el cuerpo yace encuadrado por un paspartú blanquecino: chilenos de ultra derecha afirman que esa imagen será vendida en láminas, en todos los museos de Santiago. "Es su mejor foto desde que ha nacido", dijeron).

12.12.06

Play of the week: La gran MACARRÓN


Así como la Doble Nelson exigía un gran esfuerzo de piernas, La Gran Macarrón exige una Norita Dalmasso, sonriente y entrenada. Pero no es lo único. Para su ejecución también se necesita desnudar una situación corriente en un país como Argentina, sumado a los reflejos carroñeros de los multimedios, y una ciudad relativamente pequeña, si es posible cordobesa, y ni hablar si se consigue un country o la variante de un barrio cerrado. Del otro lado se necesita un médico perfecto que ama a sus hijos y a su mujer por más que “haya roto el contrato matrimonial”, un chalet de tres o cuatro dormitorios, y algunas amigas de la víctima que no abren la boca, por miedo a ventilar aquellos mismos nombres que también solían “ocuparse” de ellas.
Recién entonces se la toma a Norita, se la hace quedar como la única esposa cogedora del universo que no perdona a nadie, se la mezcla con un deporte afrodisíaco como el golf, un par de mensajes de texto, albañiles acusados de entrar a la casa y acogotarla, el marido consternado pero cuidando sus formas –por respeto a su profesión–, y una buena cantidad de tapas en las revistas de investigación periodística. Toda esa mezcla se revuelve en una habitación con la ropa bien dobladita y luego se deja arriba de la cama, reposando. Por último se analiza un poco de la leche que quede dando vueltas y un par de pendejos anónimos desparramados sobre la cama. Y se ejecuta.

Lo único que se me ocurre respecto del homicidio es que Norita pudo morir en bolas. ¿Cuánto pagaríamos nosotros por morir así? ¿Y cuánto pagaríamos por morir en bolas después de una refrescadita? Ayer dijeron que la leche encontrada no era suficiente para encontrar al asesino. Con los pendejos tampoco vale la pena intentar, porque todos bien sabemos que nuestras camas están llenas de pendejos; muchas veces uno se acuesta y lo primero que hace es desconocer a los pelos que por allí andan dando vueltas.
Así la gran Macarrón persistirá en el tiempo, como la Doble Nelson. Hasta que alguien también la convierta en un mito.

¿Te pone mal la navidad? Teléfono, oveja


Feliz, feliz en tu día, ojalá que te pise un tranvía



No lo juzgaron

Vivió demasiado

Pero sólo nos queda pensar

que ahora está

bien pero bien muerto

Ea ea pepé por otro

Hijo de una gran puta

Al final

Fue un buen año

Made in Hong Kong 7


Capitalinos: aprovechen ustedes que tienen subte.

6.12.06

Lectura del viento / 29 de diciembre / Invitados especiales

Jaramillo se ha puesto las pilas, Funes y el Quinteto de la Muerte parecen tener ganas de viajar a la estepa, otros que todavía no sabemos también van a ir y, aunque nada de esto suceda y, aunque sólo seamos cuatro o cinco, cosa que no va a pasar y, aunque seamos todos los que creemos que vamos a ser, se hace la lectura de fin de año en el bajo neuquino, según comentan los que saben.
Hablamos de una lectura con muchos amigos, mucha bebida, literatura y buena música, donde habrá alegría, barriles de petróleo al precio que lo vendía Felipe Sapag, viento, calor y, por sobre todas las cosas, esa sensación que produce Neuquén cuando termina el año y, si alguien entiende de esto, puede intuir ese raro impulso de sentarse en el cordón de la vereda y, si somos muchos, la chance de poder tapar todo el cordón con los culos, todo el cordón de una cuadra.
Neuquén en el verano se convierte en un pueblo raro. Rejuvenece como todos los que volvemos para comenzar de nuevo y, como somos siempre los mismos, estaría bueno que los que quieran ir a la lectura avisen y, de paso, inviten a quienes quieran para que, como queremos, esa tarde-noche choquen los planetas y, si leen esto, llenen esas últimas hojas inútiles de la agenda.

24.11.06

Chau querido


Las personas, como las películas, también pueden ser eternas.

Lo que hay que saber

Van Gogh se cortó una oreja
y se la dio a una
puta
que la tiró
extremadamente
disgustada.

Van, las putas no quieren
orejas
quieren
dinero.

supongo que ésa es la razón
por la que fuiste un pintor
tan grande:
no entendías
muchas cosas
más.


Charles Bukowski (2005 [1969]), Poemas. AC, Buenos Aires.

21.11.06

Continuidad o fin de la expectativa

Hace algunos años determiné junto a mis dos grandes amigos que son tres, en orden creciente, los momentos en donde la expectativa toma un poder inusitado. El primero de ellos se inicia con la escritura: sólo dos cosas podían compararse, para nosotros, al hecho de recibir una carta esperada y no abrirla durante unos minutos. Encontrar un sobre en el buzón o en el suelo y levantarlo; girarlo para controlar el remitente, buscar el lugar indicado donde romperlo, y luego dejarlo reposar sobre las palmas, quieto, esperando que la ansiedad se tensara al máximo hasta provocar el primer corte. Una vez abierto, hacer fuerza para no leer las últimas líneas, y finalmente presentar las hojas en el orden correcto y leerlas, en sentido descendente, si era posible, y de izquierda a derecha.
El segundo momento tiene que ver con la fotografía y el proceso de revelado. No nos interesaba participar del proceso en sí, más allá de la atracción que siempre nos había generado la idea de tener un cuarto de revelado propio, sino que buscábamos el sobre amarillo de Kodak recién escupido por el Minilab, con las fotos todavía tibias y pegoteadas, para luego imaginar cada encuadre y apostar por la foto que mejor podría haber salido. Comenzábamos a repasar hacia adentro –sin decirnos una sola palabra– cada una de las tomas, las más valiosas, mientras buscábamos el banco de plaza mejor ubicado o el escalón menos puntiagudo para sentarnos. Recién en ese momento repetíamos el mismo procedimiento de las cartas: el que se sentaba al medio presentaba el sobre amarillo sobre su falda y levantaba las apuestas. Después tenía el privilegio de abrir el sobre, despegar las fotos, y ser el primero en evaluar cuán bien habíamos recortado la realidad. El del medio le pasaba la primera foto al que estaba sentado a la derecha: luego éste pasaba el brazo por detrás, para no interrumpir la visión del que estaba al medio, y le daba la foto al de la izquierda. Y así hasta terminar.
El tercer momento era el que más disfrutábamos, y tiene que ver con las mujeres. Nunca sentimos mayor expectativa que la disuelta en los veinte o treinta segundos previos a un primer beso, inminente e imposible de suspender, destinado a una mujer recién “aflojada” y preparada para recibir el zarpazo luego de un esfuerzo sobrehumano de largas horas de charlas, de búsquedas de frases pinchudas y alternativas de convencimiento. Siempre nos resultó insuperable la sensación de poder elegir el momento justo para el beso inaugural: tener por única vez (sabíamos que después ellas decidían casi todo) la libertad de dilatar el contacto, para hacer más novelesca la escena o para tratar de que, entre las últimas frases y las mejores sonrisas, ellas llegasen a arrastrarse de las ganas, en silencio, hasta soltar el aire en el momento del labio contra labio.
Hoy, algunos años después, puedo decir que cada vez que saco una foto con una cámara nueva aparece en una pantalla multicolor exactamente lo que yo no quiero que aparezca. Hoy aprieto el botón con la delicadeza que exigía el viejo mecanismo para que unos segundos después, sólo dos o tres segundos, me llegue hasta el centro de los ojos el encuadre y las cosas congeladas, los colores perfectos y las personas, exigiendo cada una de ellas, como chiquitos descontrolados frente a un cachorro, un lugar frente a la pantallita para saber si todos salieron “bien”, o si la foto no sirve porque alguien salió “mal”.
Hoy envío mi correspondencia con una seguidilla de clics y recibo una línea de remitente desconocido con un nombre y un apellido convertidos en vínculo y un asunto que lo anticipa todo. Recibo dos o tres o seis o siete palabras que me muestran un adelanto de lo que voy a leer, y que me indican el tono en que debo leerlo. Un saludo genérico o un resumen sobre un contenido que desconozco y que, a su vez, por una mala jugada de uno de los tantos formatos que existen, puede aparecer codificado.
Pero hoy, también, y aunque ya no existan las cartas escritas con mala tinta y las fotos mal sacadas que con los ojos se vuelven lindas, puedo decir que hasta ahora ni los besos ni la expectativa han podido digitalizarse. Lo lograron con el tiempo, con su aceleración y con casi todo lo que ocupa espacio, que de a poco se sigue fragmentando, pero los besos siguen siendo besos, bien pero bien analógicos, porque todavía no hay un aparato que pueda subdividir el recorrido que comienza con el rebote de la palabra en la oreja, continúa con el roce de dos mejillas tibias y termina en las arrugas blandas de la boca.

20.11.06

Pero me cache en diez

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Este año fue terrible para nosotros. Primero, el cazador de cocodrilos. Hace unos pocos días Nelson, el hombre rata. Y hoy, lunes, día en que todos renacemos luego de la muerte que significa la tarde-noche del domingo, podemos decir que hubo dos que no llegaron al comienzo de esta nueva semana: dos que no vieron en TN las primeras imágenes del lunes con las autopistas de la capital abarrotadas de autos; dos que no pudieron ni escuchar ni leer el pronóstico extendido para saber lo que va a pasar con el tiempo el próximo fin de semana.
¿Si los voy a extrañar?
Y cómo no los voy a extrañar. Si se fue, por un lado, el tipo que nos enseñó lo que es organizar un verdadero paro general, hecho y derecho. El tipo que nos enseñó cómo y cuánto debe usarse y olerse una campera de cuero: cómo llorar con campera, cómo abrochársela en las marchas, como se negocia con campera, cómo se hace para esconder cosas bajo una campera, como se vuelve loquito a un presidente democrático con el brillo de una hermosa campera. Y se fue, por el otro, el tipo que nos enseñó cómo llegar a casarse con una Miss Universo siendo pelado y teniendo la frente tan alta como una cascada seca.

16.11.06

Póntela

Cuenta la historia que, en una tarde cálida de principios de otoño, dos enormes dinosaurias -hasta ese momento desconocidas por la población de la zona de los lagos patagónicos- se hicieron presentes en un oculto balneario del lago Espejo Chico para disfrutar de último calorcito que podía ofrecer el sol, antes del invierno. El sitio, que hoy se encuentra abarrotado de confiterías y canoas para alquilar, estaba en ese momento virgen de turistas. Sólo los testigos que luego refirieron los detalles –una señora gorda de profesión desconocida y un hombre un tanto menos gordo, de profesión esposo de señora gorda- estaban ocultos detrás de un tronco, con gaseosas y algunas galletas de grasa.

Una de las dinosaurias, la mayor, fue directamente a mojar las patas en el agua. Bufaba de calor. La otra se detuvo sin previo aviso en la orilla y permaneció quieta, pensativa. También bufaba de calor. Cuando la mayor comenzó a sumergirse, la otra comenzó a poner cara de triste.
La primera dinosauria sintió el frío del agua centímetros debajo del ombligo, e hizo un gesto estúpido. La segunda dinosauria se miró la entrepierna y cayó rendida sobre el pedregullo de la costa, resignada.

“¿Por qué no te bañas?”, le preguntó la mayor.
“No importa”, contestó la otra.
“Cómo que no importa, dime”, insistió la mayor.
“Es que estoy indispuesta”, confesó la otra.
“Entonces haz como yo” dijo, por último, la dinosauria. "Ponte una oveja".

15.11.06

Dos pésimas noticias


Lo primero es que Luis D'Elia se fue del gobierno. Chá de su madre. Después de apoyar a Irán desde su embajada en Buenos Aires, el prescidente de la república decidió que así no y pidió la renuncia sobre el escritorio, en papel rosado, a primera hora de ayer. D'Elia, por supuesto, presentó ese papelito, para no generar "molestias" en el entorno presidencial. Pero ojo, porque después se despachó con una mini-conferencia de prensa y tiró su última denuncia, quizás decisiva para todo lo que vendrá: en realidad Kirchner no lo echó por calentura propia, sino que recibió fuertísimas presiones de Estados Unidos. Ayer CNN en español brindó un informe revelador: Parece que el 9 de noviembre se reunieron en la Casa Blanca George Walker Bush, Hillary Clinton, Donald Rumsfeld, Collin Powell, Condoleeza Rice, Bill Clinton, Brian Adams, John Terry, Arnold Swarzenegger, Silvester Stallone, Charlie Sheen, Eva Longoria, Paris Hilton y Raúl Castells para tratar el caso de D'Elia. Entre todos resolvieron que, antes de comenzar a construir el muro contra los mexicanos, era indispensable "sacar del camino" a esta estrella con luz propia, ejecutora de grandes rebeliones populares. Y como siempre que algo se les cruza por la cabeza, lo lograron. Mientras tanto, el barril de petróleo sigue subiendo. Ayer rozó los 325 pesos.
Lo segundo es que sólo queda una mujer presidenciable. Marta Holgado no es hija del General Perón, porque las pruebas de ADN han demostrado que de 17 indicadores genéticos, sólo comparten siete: luego de analizar el fémur del General, se dijo que comparten los indicadores correspondientes a la panza, el pelo, la zona genital, la retórica, los batones que usan y usaban en privado, el segundo nombre y la ideología. Cristina Fernández salta sobre la única pata que no tiene operada de la alegría, porque ahora sí que tiene el camino despejado para alcanzar el poder en el 2007. Holgado era firme candidata para la provincia de Buenos Aires, en primer lugar, pero nadie la descartaba a nivel nacional, por la templanza y el vigor que su imagen de luchador de sumo genera en las clases menos pudientes. Pero el sueño fue lindo mientras duró. Marta Holgado volverá a su jardín de invierno a tomar Adelgamate. Kirchner volverá a dormir con los dos ojos cerrados. Cristina volverá a mirarse en el espejo. María Estela Martínez de Perón volverá, sobre todo, a sonreír. Y todos nosotros seguiremos esperando la contraprueba.

13.11.06

El extraño mundo de Chuck 3

Cuando Chuck Norris sonríe, un hombre moribundo salva su vida. Lamentablemente Chuck Norris sólo sonríe después de matar a alguien.
Cuando Neil Amstrong estuvo en la Luna, encontró una nota escrita que ponía: "Chuck estuvo aquí".
Chuck Norris reta a las estatuas a una competición de quedarse mirando uno a otro. También retó al Sol a la misma competición. De momento, Chuck Norris sigue invicto.
Si no conoces a tu padre biológico, probablemente sea Chuck Norris.
Chuck Norris no corta el césped. Simplemente le advierte que si crece, se arrepentirá.
Chuck Norris ganó una carrera de fórmula uno empujando el coche.
El cambio climático se amolda al estado de ánimo de Chuck Norris.
Un día que Chuck Norris estaba aburrido decidió irse a los países del Este para matar a sus habitantes a base de pellizcos en los ojos... los supervivientes son ahora conocidos como Japoneses, Chinos y Coreanos.
No existen locos, sino gente a la que Chuck miró fijamente a los ojos.
Una vez, Chuck Norris pateó a un caballo en la barbilla. Sus descendientes son conocidos hoy en día como jirafas.
No todo el mundo que se enfrenta a Chuck Norris muere. Algunos se alejan. Son llamados astronautas.
Cuando Bruce Banner se cabrea, se transforma en Hulk. Cuando Hulk se cabrea, se transforma en Chuck Norris.
El primer Helicóptero que voló no tenía Motor para las Hélices, tenía a Chuck Norris.
Los dinosaurios miraron mal a Chuck Norris una vez. Sólo una.
El principal producto exportado por Chuck Norris es dolor.
Cuando sube al ascensor, Chuck Norris no pulsa ningún botón. Más le vale al ascensor saber a qué piso necesita ir Chuck.
Chuck Norris vendió su alma al Diablo a cambio de su rudo buen aspecto y su inigualable destreza en las artes marciales. Poco después de finalizar la transacción, Chuck dio una patada giratoria al Diablo en la cara y recuperó su alma. El Diablo, que aprecia la ironía, no pudo enfadarse con él, y admitió que debía haberla visto venir. Ahora juegan al póquer el segundo miércoles de cada mes.
Cuando Chuck Norris manda su declaración de la renta, envía los formularios en blanco e incluye una foto suya, en guardia y listo para atacar. Chuck Norris nunca ha tenido que pagar sus impuestos.
Si le preguntas a Chuck Norris qué hora es, siempre responde “Faltan dos segundos”. Después de preguntarle “¿Dos segundos para qué?”, te pega una patada giratoria en la cara.
Mientras rodaba "Walker: Texas Ranger", Chuck Norris resucitó a un corderito, que había nacido muerto, frotando prolongadamente su barba contra la criatura. Poco después de que el animal volviera a la vida, Chuck Norris le dio una patada giratoria delante de todo el mundo, rompiéndole el cuello, para recordar a la multitud que lo que Chuck nos da, Chuck nos lo quita.
Chuck Norris apostó una vez contra la NASA a que podía sobrevivir a una entrada en la atmósfera desde el espacio sin traje protector. El 19 de julio de 1999, un Chuck Norris desnudo reentró en la atmósfera terrestre recorriendo 14 estados y alcanzando una temperatura de 3.000 grados. La NASA, avergonzada, publicó que había sido un meteorito, y le sigue debiendo una cerveza.
Chuck Norris viajó al pasado para evitar la muerte de John F. Kenedy. Repelió los tres disparos efectuados por Oswald al impactar con su barba, tras lo que Kenedy explotó del asombro.
Chuck Norris dona sangre a menudo. Pero rara vez es la suya.
Chuck Norris se comió el higado de Hannibal Lecter.
Un oso trató de devorar a Chuck Norris. Chuck le mostró su mejor golpe y el oso decidió devorarse a sí mismo, ya que era la forma menos dolorosa de morir.

1.11.06

El extraño mundo de Chuck 2

El camino más corto al corazón de un hombre es el que sigue el puño de Chuck Norris.
Chuck Norris tiene dos velocidades: Andar y Matar.
Chuck Norris gana en el Monopoly sin comprar propiedades.
Hay 1242 objetos en una habitación promedio con los que Chuck Norris podría matarte, incluyendo a la habitación en si.
Chuck Norris puede dividir entre cero.
Chuck Norris gana todos los años el Tour de Francia. En una >bici estatica.
Chuck Norris no se moja en la lluvia: Es el agua la que se impregna de Chuck.
Cuando Chuck Norris corre con unas tijeras abiertas en la mano apuntando hacia su cara y tropieza, no es él sino el resto de la >gente la que se hace daño.
Chuck Norris juega a la playstation con la barbilla y siempre gana.
Cuando Chuck Norris va a donar sangre no usa jeringuillas: Pide un cubo y un cuchillo.
Chuck Norris puede quemar una hormiga con una lupa... de noche.
Chuck Norris es la razón por la que Wally se esconde.
Chuck Norris es la única persona que le gana a una pared jugando al frontón.
Chuck Norris contó hasta infinito. Dos veces.
Despues de contar hasta infinito por segunda vez, Chuck Norris decidió que necesitaba un desafío de verdad. Desde entonces existen los números complejos.
Chuck Norris es 1/8 cherokee. No se trata de que tuviera un ancestro indio, es que se comió un indio entero por los pies.
El Hombre del Saco comprueba debajo de la cama y se va a >dormir temprano porque teme a Chuck Norris.
Chuck Norris ha estado en Marte, es por ello no hay signos de vida.
De noche, Chuck Norris duerme con luz. No porque tenga miedo a la oscuridad, sino porque la oscuridad teme a Chuck Norris.
Si Chuck Norris llega tarde, más le vale al tiempo ir más despacio.
El oxígeno requiere de Chuck Norris para vivir.
McGyver puede hacer un avión con un palillo de dientes, un cubo lleno de agua y tres chicles de clorofila, pero Chuck Norris puede matarle y robárselo.
Chuck Norris no tiene barbilla; detrás de su barba tiene un tercer puño.
Chuck Norris no salta, es la tierra la que se cae con la fuerza de sus piernas.
Chuck Norris no sale a cazar, porque cazar infiere la posibilidad de fallo. Chuck Norris sale a matar.
Chuck Norris no esquiva las balas, las balas esquivan a Chuck Norris.
Si ves a Chuck Norris, él te ve a ti. Si no lo ves, en dos segundos puedes estar muerto.
No hay teoría de la evolución, sólo las criaturas que Chuck Norris decidió dejar vivas.
Una vez un hombre preguntó si su nombre era Carlos. Chuck no respondió, simplemente se le quedó mirando hasta que el hombre explotó en 34756294 pedazos.
Los créditos de "Walker, Texas Ranger" son en realidad una lista de la gente que Chuck Norris pateó (y por lo tanto, mató) ese día.
Chuck Norris ganó la Primera Guerra Mundial él solo.
Chuck Norris pidió un Big Mac en un Burger King, y le hicieron uno.
Chuck Norris jamás sufre estreñimiento, las heces huyen del cuerpo de Chuck.
Chuck Norris no grita, lanza ultrasonidos explota-cerebros.
Chuck Norris violó al Diablo sólo para oírle gritar.
Chuck Norris obligó a Vin Diesel a protagonizar "Un canguro superduro".
Chuck Norris no se crea ni se destruye, se transforma.
El viagra está hecho de semen de Chuck Norris solidificado.
Chuck Norris odia la piratería, pero ama a sus fans. Si te ve descargando un capítulo de "Walker: Texas Ranger" se generaría en él un debate interior tan profundo que destruiría el mundo.
Chuck Norris es la única persona del mundo capaz de editar videos digitalmente con un ábaco.
El Titanic no chocó con un iceberg, realmente era Chuck Norris nadando (cuando le apetece un chapuzón se cruza el océano).
Chuck Norris no camina. Hace girar al planeta bajo sus pies.
Según la teoría de la Relatividad, Chuck Norris puede enviarte hasta ayer de una patada giratoria.
Chuck Norris puede comunicarse con los muertos... y volverlos a matar.
Según la cromodinámica cuántica el universo se divide en dos; Chuck Norris y el resto.
Chuck Norris no puede clonarse: el mejor y único intento conocido hasta la fecha dio como resultado a José Manuel Parada.
En Nagasaki no cayó una bomba atómica, Chuck Norris saltó desde un avión y dió un puñetazo contra el suelo.
El presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman decidió no lanzar a Chuck Norris en Hiroshima, ya que era demasiado cruel. En su lugar, decidió lanzar las flatulencias de Chuck Norris, ya que era más humano. A estas flatulencias se les conoce como Bomba Atómica.
Chuck Norris ha llevado a los tribunales a la cadena de televisión americana NBC por emitir la serie Ley y Orden, ya que ésos son los nombres patentados de sus piernas izquierda y derecha respectivamente.
Chuck Norris hizo llorar a Jean Claude Van-Damme con sólo mirarle.
La Gran Muralla China fue construida para evitar que Chuck Norris entrara en China. Fracasó.
Chuck Norris inventó la cuchara porque matar a la gente con cuchillo era demasiado fácil.
El poema épico nórdico Beowulf está basado en Chuck Norris.
Contrariamente a lo que dice la ciencia, la Tierra gira alrededor de Chuck Norris.
Chuck Norris resolvió un cubo de Rubik tan rápido que una persona que le estaba mirando explotó.
Chuck Norris hizo de doble de Arnold Schwarzenegger en Terminator 2, cuando este último, tenía que introducirse de pies a cabeza en el pozo de lava. Se repitió la toma 3 veces.
Chuck Norris es capaz de ganar al ajedrez sólo con el rey, y además con el negro.
Chuck Norris convirtió un disco duro en blando.
La serpiente del jardín del Edén le sugirió a Chuck Norris que se comiera una manzana de las que habían dejado Adán y Eva. Chuck Norris se comió a la serpiente y a todas las manzanas. Dios no tuvo cojones de decirle nada.
Chuck Norris escaló el Everest para ver si podía tocar el cielo, y lo consiguió. Después lo bajó esquiando con un sólo esquí. Se trajo un trozo como trofeo.
Chuck Norris rescató al capitán Nemo de las profundidades del océano, a pulmón.
El mar muerto está muerto porque Chuck Norris lo mató.
Dios es invisible, porque se esconde de Chuck Norris.
Chuck Norris creó el efecto mariposa. Un día dio una patada giratoria y al siguiente Thailandia era absorbida por un Tsunami.
Chuck Norris se comió una vez una tarta entera antes de que sus amigos pudieran decirle que había una stripper dentro.
Papá Noel era real hasta que se le olvidó el regalo de Chuck Norris.

31.10.06

El extraño mundo de Chuck 1

Esto me ha llegado por correo, desde algún lugar impreciso del infinito cuerpo de Chuck Norris. Como la totalidad de esta nueva biblia excede las dimensiones de este espacio, opté por hacer lo que hizo Tarantino con Uma Thurman y Bill y separé las máximas por etapas. Así como algunos ven a Maradona, a Murphy, a Moyano o a Rubén Capria como dioses, otros observan, procesan y transmiten el mundo desde la óptica de un Chuck. Norris. Aquí va la primera. Ojalá la disfruten.
Chuck Norris puede cambiar, si quiere, tu ADN de una patada giratoria.
Chuck Norris no lleva reloj. Él decide la hora que es.
Dios es hijo de Chuck Norris
El AXE es en realidad sudor de Chuck Norris
En realidad cuando Einstein predijo que no se puede superar la velocidad de la luz, no se acordaba de Chuck Norris. Por eso Chuck viajó al año en el que nació Dios: 69 d.C.N. (después de Chuck Norris) y le obligó a cambiar las leyes del universo.
Las lágrimas de Chuck Norris curan el cáncer. Lástima que jamás haya llorado.
La raíz cuadrada de Chuck Norris es dolor. No intentes elevarlo al cuadrado, pues el resultado es muerte.
Chuck Norris vive en la isla de perdidos.
Chuck Norris come bistec cada comida. La mayoría de las veces se olvida de matar la vaca.
Chuck Norris ha visitado recientemente el colegio Urdaneta entero pero, lo hizo tan rápido que nadie pudo verle.
El nuevo director de Urdaneta es realmente, Chuck Norris.
Chuck Norris se hace los 1000 metros en 4.....segundos.
A Chuck Norris nadie le paso los apuntes de filosofía, los hizo él. (Desde entonces todos dan gracias a Chuck)
Chuck Norris era profesor en Urdaneta, pero aumento el paro de profesores y se tuvo que ir, porque él daba todas las clases de todos los cursos... a la vez.
La Primera Ley de la Termodinámica afirma que la energía ni se crea ni se destruye, excepto si se encuentra con Chuck Norris.
Chuck Norris no lo considera sexo si la mujer sobrevive.
Chuck Norris debe su poder a la ingestión masiva de Pepsi.
Chuck Norris duerme con una almohada bajo su pistola.
Vivimos en un universo en expansión. Todo él intenta huir de Chuck Norris.
Chuck Norris puede empezar una casa por el tejado.
Julio Verne se inspiró en Chuck Norris para escribir "Viaje al centro de la Tierra"
Chuck Norris no se afeita, se da patadas en la cara. Lo único que corta a Chuck Norris es Chuck Norris.
Chuck Norris no nació, se sacó a sí mismo a patadas del vientre de su madre. Poco después, le creció barba.
Chuck Norris no duerme, espera.
Chuck Norris perdió la virginidad antes que su padre.
Chuck Norris no lee libros. Los mira (de reojo) hasta obtener la información que desea.
Chuck Norris hace llegar al orgasmo a una mujer apuntándola con el dedo y diciendo: "Booya".
Chuck Norris comió una vez cincuenta kilos de filetes de ternera en una hora. Los primeros 45 minutos los empleó en follarse a la camarera que los traía.
Chuck Norris participó y ganó el rally Dakar a pie. Compitiendo contra los coches. Declaró que daba un paseo para comprar tabaco.
Chuck Norris derribó una vez un avión alemán apuntándole con el dedo y diciendo: "Bang!"
Chuck Norris vende su orina en lata. Se le conoce como Red Bull.
(Habrá más Chuck en breve)

Vayan para allá

Levantar la patita, como un flamenco. Un poema para morirse en el blog de Falco.

¿Cuánto se puede lastimar a una mujer?

30.10.06

Qué abuso ese auto


Se ha cumplido el objetivo: Córdoba está en boca de todos. Hace un tiempo, el otorgamiento de 2 millones de dólares para la creación del Córdoba Rally Team no le había dado al gobernador De la Sota los resultados esperados: la gente había recibido "más o menos bien" la noticia de usar el dinero de la provincia para participar del circuito mundial de rally, pero luego recibió "más o menos mal" el hecho de que ningún auto nunca lograra los resultados esperados. Hace unos meses, sin embargo, De la Sota camufló su segunda participación en un proyecto similar otorgando sólo 500 mil pesos para el auspicio del Tango Rally Team, que suplantó el palo y medio faltante de la otra intervención con la cara gringa de un triunfador, por supuesto cordobés: David Nalbandian.
El pasado fin de semana, entonces, la provincia de Córdoba estuvo en boca de todos, tal como lo habían re-planeado las autoridades y los participantes célebres. En el rally de Australia fueron descalificados Ligato, Pozzo y Beltrán, los tres pilotos, y luego se suprimieron todos los puntos obtenidos por el equipo durante el año de competencia, y luego se le prohibió al Tango Rally Team la participación en las carreras que restan, y por poco se les dice a través de los responsables que sólo se dediquen, por dios, a comer salames en Colonia Caroya.
La información oficial dice que "hicieron trampa".
Supuestamente modificaron una pieza del motor que se llama Brida y que se utiliza para regular el ingreso de aire al turbo. Como dice la regla, cuanto más aire ingrese, más potencia obtendrá el auto, por eso de la combustión. La boca del turbo tiene un diámetro de 56 milímetros y la Brida lo disminuye a 32 mm., tal como está reglamentado. Los mecánicos del Tango Rally Team aceptaron que habían modificado la pieza, pero para que no le entrara "agua al motor" al momento de pasar por un vado.
Si Córdoba es tradición y alegría, si el predio de la FICO, frente al Chateau Carreras, se usa regularmente para la exposición del autos, si las calles están inundadas de Fiat 128 Súper Europa que roncan con el cuarteto en cada esquina, si los taxistas engendran el cáncer en las calles por la absoluta irresponsabilidad al manejar, si todos en las calles chocan cuando cae granizo, si De la Sota es fanático del "Yali", si una ruta de la provincia se llama Jorge Recalde, entonces está más que claro que Córdoba, hoy, no está en boca de todos por el simple y reduccionista acto de "hacer trampa". Los mecánicos hicieron en Australia lo mismo que podrían haber hecho con los autos que duermen en cualquier garage de Alberdi, o del Cerro: los tunearon.

26.10.06

Poemas de Carver

El rasguño

Me desperté con una mancha de sangre reseca
pegoteada sobre uno de mis párpados. Un arañazo,
profundo, cruza transversalmente las arrugas de mi frente.
Sin embargo, últimamente, he estado durmiendo solo.
Y me pregunto por qué un hombre, incluso en un mal sueño,
alzaría la propia mano para lastimarse la cara.

Esta mañana pretendo responder esta pregunta
y otras similares, mientras observo en silencio
mi rostro que se refleja en los cristales de la ventana.


El don de la ternura


Tarde en la noche. Comenzó a nevar.
Los copos húmedos caían
más allá del cristal de las ventanas,
surcando el aire frío
ocultaban el resplandor de la ciudad.
Observamos un rato la tormenta
sorprendidos, felices, satisfechos
de estar allí y no en otro sitio.
Puse un leño en el hogar,
me pediste que regulara
el tiro de la chimenea.
Nos metimos en la cama.
Cerré mis ojos, de inmediato,
pero
por razones que desconozco
antes de dormirme
el aeropuerto de Buenos Aires
atravesó mi memoria.
Recordé esa tarde,
la temprana oscuridad, las sombras.
Reconstruí la escena:
regresé a ese paisaje desolado
donde flotaba un silencio sepulcral
interrumpido únicamente por el rugido
de las turbinas del avión que carreteaba
lentamente bajo una lluvia de granizo,
tan fino que lo confundimos con nieve.
En las ventanas de los edificios no había luz.
Un lugar realmente solitario.
Sólo pasillos abandonados, hangares vacíos.
No vimos a una sola persona.
“Es como si todo estuviera de luto”,
fue tu comentario.

Abrí mis ojos.
El ritmo de tu respiración
me dijo que estabas profundamente dormida.
Te cubrí el cuerpo con uno de mis brazos.
Mis evocaciones
me trasladaron de la Argentina
a un departamento en el que pasé
un tiempo de mi vida, en Palo Alto.
No nieva en esa ciudad,
pero el departamento disponía
de un amplio ventanal desde donde
podríamos haber mirado por horas
la autopista que rodea la bahía.
La heladera estaba al lado de la cama.
Las noches calurosas, sofocantes,
cuando me despertaba con la garganta seca
sólo tenía que estirar el brazo, abrir la puerta
y dejarme guiar por la luz interior
hasta el botellón con agua refrescante.
En el baño un pequeño calentador eléctrico
descansaba cerca del lavatorio.
Todas las mañanas mientras me afeitaba
calentaba agua en una vieja sartén,
el frasco de café instantáneo,
siempre a mano, en el botiquín.

Un mañana me senté en la cama
vestido, recién afeitado,
bebiendo sorbos de café caliente
intentando olvidar planes,
proyectos, todas esas cosas
que había decidido realizar.
Finalmente disqué el número
de Jim Houston que vive en Santa Cruz,
le pedí prestados 75 dólares.
Me contestó que estaba sin fondos.
Su mujer había viajado a México
por unos días y él ya no tenía dinero,
no llegaba a fin de mes.
“Está bien”, le dije. “Te entiendo”.
Y así era,
no necesité explicaciones.
Hablamos un poco más y cortamos.
Terminé el café cuando el avión
comenzaba a elevarse en mi recuerdo
y yo desde la ventanilla miraba
por última vez las luces de Buenos Aires.
Después cerré los ojos
iniciando el largo regreso.

Esta mañana hay nieve por todos lados.
Hablamos sobre la tormenta.
Me comentas que no dormiste bien.
Te digo que yo tampoco.
Tuviste una noche terrible. “Yo también”.
Estamos tranquilos el uno con el otro,
nos asistimos tiernamente
como si comprendiéramos nuestro estado de ánimo,
las mutuas inseguridades.
Creemos adivinar los sentimientos del otro,
no podemos, por supuesto, nunca podremos.
No tiene importancia.
En realidad es la ternura la que me interesa.
Ése es el don que me conmueve, que me sostiene,
esta mañana, igual que todas las mañanas.

24.10.06

Una gran pequeña pérdida

Otro afuera. La buena hierba se sigue extinguiendo en el mundo. Ahora nos dejó Nelson, el Hombre Rata, Repúblico Dominicano el hombrecito. Todavía lo recuerdo en el programa de Susana junto a su entonces mujer y su hijo, de un año y medio, y un tanto más alto que él. Lo recuerdo cuando llamó a conferencia de prensa para decir que Samuel Chiche Gelblung lo había discriminado por “bajo”. En fin, escribir mucho sería ir contra su esencia: en resumen, una gran pequeña pérdida.

23.10.06

El objeto mental

(Este es el primer texto de una serie que se va a llamar Silencio de reloj)
El primer hombre era ensayista. Apoyó la nuca en el pasto y dijo que eso no tenía que ver con el discurso científico, y menos con el ejercicio de una falsa epistemología. “Acá no se discute el origen de ningún conocimiento”, le dijo al otro. “Pero sí tiene que ver, en primer lugar, con la relación entre el sujeto y el objeto”.
Convinieron de entrada en que todas las mujeres se masturban. Negarlo, para ambos, era faltar a las razones de una creencia. “Si millones de personas creen en un Dios que nunca apareció”, dijo el ensayista, “por qué las mujeres no podrían masturbarse con el recato necesario como para que nadie lo hiciera público”.
―El tema pasa por saber si el objeto para ellas es igual que para nosotros ―dijo el otro hombre, que era auditor.
El ensayista, por primera vez en la noche, estuvo de acuerdo. El objeto no sería el mismo desde el punto de vista material, porque ellos sostenían un trozo de doce a quince centímetros de largo y cuatro de diámetro, contra un pequeño tubérculo semejante a una campanilla hinchada en una garganta.
―Exacto, una campanilla ―dijo el auditor, con los codos clavados en el pasto.
Pero el objeto de la masturbación no es material, se dijeron. El objeto es mental. Entonces las mujeres, sin duda, forjan una relación con otros objetos, porque el remedio contra la soledad, para los hombres, no es el mismo remedio que para las mujeres. “La relación con la soledad es, para nosotros, mucho más intensa”, dijo el ensayista. “Vivimos menos pero nos masturbamos en cualquier rincón del planeta. Y, por lo tanto, es mucho más intensa nuestra propia compañía”.
―Ni qué decirlo ―terminó el auditor.
“Es más”, siguió el ensayista. “La masturbación es hermana de la escritura. Cualquier escritor nunca podría sentirse esencialmente solo, ni aburrido, porque cuenta con una doble compañía”, dijo. “El relato, genérico, y la paja. El relato y la paja”.
―En qué sentido ―preguntó el auditor.
“Mirá. El escritor nunca deja de escribir. El hombre nunca deja de masturbarse. Así yo esté sentado con las piernas cruzadas en medio de un monte, tengo en mi poder, potencialmente, la posibilidad de comenzar un relato o, al mismo tiempo, de tocarme las partes. La necesidad de crear historias es tan primitiva como la masturbación. Y eso nos pone a salvo”.
―Nos pone a salvo ―repitió el auditor.
“Pero no sé qué pasa con las mujeres”, dijo el ensayista.
―Claro. Con las mujeres escritoras.
“No”, corrigió. “Con todas las mujeres”.
Al auditor no le gustó que el ensayista lo corrigiera, y por eso se sentó en el pasto. Luego su compañero hizo lo mismo.
Ninguno de los dos podía ponerse en el lugar del objeto de las otras. Sabían que la masturbación masculina permitía tener relaciones con cualquier mujer, por eso del objeto mental (el hombre que se masturba puede crear una imagen acabada de quien quiera), pero no sabían si cualquier mujer podía tener relaciones con cualquier hombre. Las mujeres soportan un poco más de todo, se dijeron, y eso incluye a la soledad. Por lo tanto, la compañía, para los hombres, es indispensable; pero para ellas, se puede dar el lujo de fallar.
“El lujo de follar”, dijo el ensayista.
El auditor lo miró.
―¿Y la histeria? ―preguntó después―. ¿No podría ser producto de la excesiva masturbación de las mujeres?
“Esa es buena”, dijo el ensayista. “Se tocan tanto que después, al momento de concretar con un hombre con el que ya tuvieron fantasías, las ataca una desilusión tremenda, arrolladora”.
―Eso ―dijo el auditor―. Arrolladora.
Pero la histeria es de todos, coincidieron al ponerse de pie, y a los hombres “no hay con qué darles”. Caminaron hasta la galería de la casa en silencio pero no dejaron de repasar las alternativas de acción que habían surgido mientras conversaban en el pasto, o que podrían surgir al terminar esa noche inmóvil de verano. Sin siquiera rozarse, y sin volver a cruzar miradas, ambos encontraron sus respuestas en la relación inicial entre el sujeto y el objeto, mental, que no sería otra cosa, en definitiva, que la relación entre la soledad, o la compañía, y la fantasía, o la histeria. El auditor pensó que a las mujeres hay que saber masturbarlas, y el ensayista pensó que hay que saber leerlas. Así los sorprendió la luz, y el bullicio de las demás personas sentadas a la mesa.

20.10.06

Made in Hong Kong 5



¿Lesfliado? ¿Tenés los mocos como riendas? ¿La Carilina te paspa los orificios nasales?

Se a-ca-bó. Es cómodo y pasajero. Si corrés fuerte hacia delante, cabeza tirada hacia atrás, se enrolla solo. Si retrocedés, estás más complicado. Pero siempre seco.

18.10.06

La gran bestia pop

-Soltá el fierro, Madonna...
-No jodás, negro, ¡que me siento like a virgin, papá!

Pam pam pam pam

(Gracias Jaramillo por esta idea)

La casa está en orden

Cómo decirlo. Mientras los restos de los restos del General Perón vibraban gracias a los gritos de los restos de los restos de Antonio Cafiero y otros dirigentes, el himno nacional sonaba de fondo. Y el chofer del hijo de Hugo Moyano, un tal Madonna, disparaba plomo con total impunidad contra las mismas personas con las que, dentro de unos meses, en el marco de un próximo acuerdo que nadie conocerá, compartirá un asado, probablemente en esa misma quinta de San Vicente.

Ayer los analistas políticos, en los medios, recurrían a la conocida frase de Borges para explicar lo que sucede cada vez que hay que seguir a Perón. “No son ni buenos ni malos, son incorregibles”. En algún otro momento, el General Franco despidió al primer trabajador de España; horas después más de un millón de personas fueron a recibirlo a Ezeiza, y minutos después de ese recibimiento se produjo una de las batallas campales más grandes de la historia de este país. Entonces nacen las comparaciones: lo de ayer fue como un extracto de lo de Ezeiza. Los peronistas hacen siempre lo mismo. Nadie puede hacer nada para cambiarlo. Pero volviendo a Borges: si los peronistas no son ni buenos ni malos, sino incorregibles; ¿entonces qué son? ¿Son lo que son y no pueden no-ser? ¿Se acabaría esta manera de “pechar” la realidad si alguien hace desaparecer los restos de los restos de los restos de Juan Domingo Perón?

De ninguna manera.

Otros generales y otros políticos y otros interesados podrían haber hecho mejores cosas con la plata que tuvo este país a mediados del siglo pasado, pero el General nos calzó justo, porque nos brindó las facciones con las que reconocernos en cada gesto, en cada centímetro, en cada posible tramoya o ventaja, en cada estertor de violencia “por las dudas”.

Cada uno de nosotros vive de los restos y el peronismo también, y no podría ser de otra manera. Nosotros vivimos de los restos, y no somos incorregibles ni buenos, sino que somos malos, pura y exclusivamente malos, porque a partir de cada gresca un altísimo número de interesados –que nadie reconoce pero que tampoco nadie objeta– se encarga de aclarar el papel de víctima que siempre nos calza como una media de costuras perfectas. Los 30 mil desaparecidos, según las voces que más se escuchan, eran todos peronistas. Pero quienes los mandaron a aniquilar fueron ellos (nosotros) mismos. Ayer no hubo lucha de ideologías: eran los mismos contra los mismos buscando un lugar para sostener la manija de bronce del cajón de los restos de los restos del General Perón. El primer (el pionero) trabajador.

El peronismo se gesta con los restos. Se gesta en los restos de baba de cada uno que se acuesta a la noche, y en los restos de lo que piensa. Se gesta en los restos de caca que cada argentino deja en el baño, a solas, en el momento más íntimo de la tarde de un domingo. El peronismo se gesta en los restos de la masturbación que ejecuta ese mismo argentino segundos después de hacer caca. En los restos de los pelos que se le caen cuando se baña.

Pero sobre todo, como dijo Cralo, en los restos de las acciones comunes. En lo que sigue al argentino que salió por la ventanilla del auto para tocarle el culo a la mina que paseaba tranquila en bicicleta. En esa risa posterior del tipo, compartida con los amigos, ya metido en el auto. En lo que piensa la chica cuando ese auto se aleja.

11.10.06

Made in Hong Kong 4


Civilización y barbarie lejos de la pampa. Así se comporta esta gente. Durante la semana se cuidan en la city para no tocar el agua y el fin de semana hacen cualquiera:


Se recomiendan chimangos

Yo quiero tener diez veces cien mil amigos, para así más fuerte poder chiflar. Sin embargo, muchas veces me basta con Jaramillo, un hermano del corazón y nuevo blogger. Sus chimangos dan cuenta de un vértigo intelectual que se asemeja al descontrol que genera un Fiat 128 cuando pega un giro sorpresivo en cualquier esquina de tierra. Recomiendo su visita, el recorrido de sus líneas, y especialmente recomiendo a Karen. Karen es una cosita que no sé si realmente es amiga de Jaramillo, o si forma parte de él como en un sueño, como en esos recuerdos que uno tiene desde chico y no sabe si realmente fueron o si se armaron con los años. A Karen, y esto es real, la armaron a la perfección.
Auguro para este blog que recomiendo un gran futuro, determinado casi en su totalidad, seguramente, por el abordaje de Karen y por todas las fotos que puedan aparecer de ella. Karen parece ser la típica minita que de chica libaba juguitos congelados en la puerta del colegio. La chica que intercambiaba papeles de carta. La chica que se compraba largos y carísimos buzos de color blanco sólo para taparse la cola.
Gracias, Alfredo Leoncio de los Cerros Jaramillo, por este baldazo de menta rubia que nos ha bañado a todos. Brindo por ello.

9.10.06

Made in Hong Kong 3

Qué Mao ni Mao, vamos con la tercera entrega de los inventos orientales capitalistas. Aquí, una muestra de que laburo hay para todos.



7.10.06

Hablar de más


Benedicto XVI boqueó de más con la gente de la otra vereda y se le fueron al humo (esto último, sin duda, es un chiste relacionado con el fundamentalismo). Al final se cagó todo y huyó hacia las cosechas de su familia, por lo menos hasta que afloje ese tema. Se lo ve de buen humor, igual...

Así que todas las ciencias eran sociales

29.9.06

Made in Hong Kong 1


Esto comienza aquí y es una manifiesta batalla librada contra el querido Falco. Esto es para demostrar que todos tenemos cosas raras de esa gente con los ojos como puñalada en el tarro. Se prevén nuevas ediciones. Hasta vencer.

27.9.06

Un mundo con florcitas


Hoy se queman todas las sierras, ayer casi se me muere Menem en un acto organizado por un gitano, ayer también explotó una ambulancia que trasladaba a una mujer policía, y yo estoy completamente harto de las publicidades de los limpiadores de pisos. Harto. No aguanto más que aparezca una vieja chota con su hija, recorriendo una casa nueva. No aguanto más que las mascotas ensucien todo y que ese todo sea solucionado por un producto. No aguanto más a las florcitas que salen de la botella de los limpiadores cuando las huelen. ¿Lavanda? Florcitas. ¿Jazmín? Florcitas. ¿Aguamarina? Florcitas. Siempre salen.

20.9.06

Piromaníacos

Callejeros va a tocar el jueves en el Chateau Carreras, luego de tanto tiempo, a partir de la aprobación del intendente Juez y el gobernador De la Sota. Hoy las entradas ya se están vendiendo por todos lados y los familiares de las víctimas de Cromagnon amenazaron, en el caso de que llegue a realizarse el recital, con quemar la provincia. Es decir, con prendernos fuego.

Oh sí, Dios, ven hacia nosotros armado con tres bengalas. Dos celestes y una blanca.

Decir y no mostrar 1

Hoy: "Tendencia anglosajona"


Había una vez un hombre que estaba invitado a un casamiento pero que no tenía traje para ponerse. Por eso acudió armado a un velatorio, ametralló a las viejas con spray en el pelo que lloraban en la puerta, a uno o dos chiquitos paradójicamente vestidos de traje, y logró que todos salieran corriendo del salón. Recién allí le robó el saco y el pantalón al muerto, lo dejó desnudo junto a la metralleta, corrió sin parar hasta la fiesta, comió el plato principal, tomó champaña, bailó con la novia y del pedo se quedó dormido. Terminó acostándose como a las seis y media, café de por medio.

Lounch & Bar

¿Cómo encuadrar a todos los bares que están abriendo con música Chill Brazil, Chill Stones, Chill Marley, Chill Lalo Schifrin, o simplemente House, sillones blancos o rojos con formas geométricas y menús para almorzar que siempre incluyen rúcula y toques de aceite de oliva?
¿Cómo llamar a todos los lugares que ya no son peronistas, y que atraviesan el post-menemismo lejos del descuido impune de las “formas” pero cerca de la apariencia y una supuesta atención por el cultivo del cuerpo y ciertas porciones de la mente, todo sin dejar de lado la naturaleza Justicialista?
¿Ahora somos todos Faenistas?

Corazones de mi país 4

Hoy: Fabiana "Colores cálidos" Dal Pra



Sólo tengo para decir que Fabiana es una mujer normal. No tiene la culpa de asustarse tanto. Podría haber nacido bajo un mantel de hule; tomando un vaso de leche tibia para irse a dormir; mirando cómo sus padres jugaban al Scrabel en las sierras.

Fabiana trasciende la opinión común, es mucho pero mucho más que Jorge Cuadrado, y grita “Arriba Córdoba” todas las mañanas. Le manda besitos al hijo en cámara y tiene el poder necesario para sentar su posición sobre la justicia, sobre Taiere, sobre Garzón de Lazcano, sobre la ropa de Cristina “Pómulos de parafina” Kirchner, sobre los chicos que limpian vidrios en la calle, sobre el clima.

Seguramente termina el noticiero y vuelve a su casa, bien encerrada en un auto. Seguro que pone la ropa a lavar, le corta los bordes al apio y a la cebolla de verdeo, se mete a bañar, se desnuda sólo adentro del baño, se le cae el jabón, se agacha para recuperarlo y sin querer seguro que roza la extremidad de la canilla, y es ahí donde comienza a asustarse.

Fabiana, hasta en cámara, se asusta. Con las noticias. Con los temblores en vivo. Y como dicen, no hay nada más fascista que un buen periodista asustado.

7.9.06

La claridad y el fin

El problema, durante todo el año, es el crepúsculo. En verano y en invierno. Hay el primer crepúsculo, el del verano, y no hace falta encender la luz en el interior.

Y luego hay el verdadero, el crepúsculo de invierno. A veces, cerramos los postigos para no verlo. También están las sillas, las guardamos para el verano. La terraza, allí es donde pasamos todos los veranos. Que lo digan mis amigos que vienen a pasar el día. Frecuentemente para eso, hablar.

Es triste cada vez, pero no trágico: el invierno, la vida, la injusticia. El horror absoluto una mañana determinada.

Es sólo eso, triste. No nos acosumbramos con el tiempo.


Marguerite Duras, Escribir.

5.9.06

Y sacó la lengua


Yo no sé qué pensarán los otros, pero creo que se nos fue una de las pocas personas que podían morir disfrutando así tal cual de su propia muerte. El cazador de cocos fue uno de los personajes más grandes que nos ha dado la televisión a todos los que andamos por estos años. Alguien que me explique cómo vamos a hacer para olvidar al hombre que le daba piquitos a las víboras más venenosas del mundo, tirado boca abajo en el medio del desierto, con las manos en las espalda, como esposadas. El hombre que le ofreció su hijo a un caimán y éste, no casualmente, eligió la comida tradicional. Cómo podemos dejar pasar a un tipo que lo mató un aguijón de una raya porque le inoculó el veneno directamente en el corazón.
Ayer hablábamos de esto y algunos decían que su muerte había sido poco seria. "Después de perder tantos pedazos del cuerpo", decían algunos, "no puede matarlo una raya".
Pero la raya lo ensartó justo en el corazón. Y esa era la única manera de matarlo.
Brindo por el enfermo que se nos fue. Brindo por el hombre que acariciaba la capocha de los cocodrilos, luego miraba a la cámara, pegaba un grito como si hubiese empinado un toc toc y luego nos hacía pensar: "yo también podría".
Que duermas, a partir de ahora, con la sangre fría, querido.

22.8.06

Utilidad del feriado

Ayer feriado, mientras me cortaba las uñas, tuve una revelación a lo Borges: supe, de un momento a otro, que todo el universo confluye hacia una persona gorda, que todavía no conozco, pero que, estoy seguro, viste batón y es infeliz como la puta madre.
Tomá, Kodama, tratá de sacármelo a ésto.

Corazones de mi país 3

Hoy: Esteban “Corteza de Álamo” Mantilaro



Difícil atacarlo, cuando se lo quiere tanto. Difícil no entenderlo. Su bien de cambio es la madera, vive por ella, y no hay ningún formato de revolución económica o cambio de patrón global que pueda cambiarlo. Hace poco se mudó a la vera del río no para vivir más tranquilo, sino para acopiar más madera: en todo su terreno, junto a la bomba que le brinda agua sucia, junto al auto, junto a la cama, adentro del tambor del lavarropas. Es conocida la anécdota del ping pong de preguntas y respuestas, cuando “Corteza” asistió a un programa de entretenimientos en la ciudad de Neuquén:

─¿Tu mujer o la madera? ─le preguntó el animador.
─¡Madera! ─respondió.
Aplausos en la tribuna del canal 7.
─¿La profesión o la madera? ─insistió el animador.
─¡Madera! ─repitió Mantilaro.
─¿Tu hija o la madera? ─preguntó, por último, Hugo Díaz, el animador.
Matilaro dudó.
─¡Madera! ─respondió su hija Lucía, desde la tribuna, sonriendo.

En otra ocasión, pero esta vez en Canal 10, fue centro de atención por su cualidad olfativa. Le taparon los ojos con un pañuelo de seda, le hicieron oler un aceite neutro a temperatura ambiente y luego lo dejaron frente a una mesa con recortes de todo tipo de madera.
Su hija fue la encargada de acercarle los trozos cerca de la nariz:

─Primera oportunidad, señor Mantilaro ─dijo, en aquella ocasión, el animador de Canal 10.
Lucía le acercó el primer trozo.
─Lenga ─dijo Mantilaro.
─¡Perfecto!
La tribuna comenzó a aplaudir.
─Segundo ejemplo, Mantilaro ─dijo el animador.
Lucía le acercó el trozo.
─Cancharana.
─¡Ah, pero por favor, cómo estamos! ─gritó el animador.
Luego dijo:
─¡Último ejemplo, al azar, por el primer premio de la máquina de escribir eléctrica!
Lucía acercó el trozo que le indicaron.
─Aguaribay ─sentenció Mantilaro, después de olerlo.

Hoy se lo puede ver por el centro de la capital neuquina, con la camioneta Datsun de su padre, recorriendo como un patrullero de los ochenta todos los bulevares, las obras en construcción, los edificios públicos construidos antes de la explosión energética: es decir, los edificios construidos con madera.
Hoy Mantilaro sonríe y sueña con una cabaña de madera, con semiejes de autos con tracción delantera que permitan avanzar gracias a la madera, con cámaras de video barnizadas y torneadas en los bordes. Hoy Esteban sueña con todo un mundo de amigos, un mundo de frío en las narices, un mundo de madera. Mantilaro sueña con un mundo simple, divertido, libre de aceros y bomberos.

7.8.06

Esperando un avión en Neuquén en invierno



Estábamos en el aeropuerto de Neuquén con el Chichín querido, hace por lo menos 6 o 7 años, frente a un ventanal gigante, esperando un avión, cuando decidimos jugar a las asociaciones. Nos picaba la garganta porque teníamos una bolsa con 4 pesos de palitos de la selva. Habíamos esperado más de dos horas, creo. Entonces decidimos asociar. Yo te digo una palabra y vos me decís lo que te representa, nos dijimos. Y yo preguntaba. Él asociaba. Y arranqué:

-Viento.
-Frío -me dijo. Hacía frío y el ventanal estaba abierto.
-Aeropuerto -le dije.´
-Vacío -dijo el Chicho.
-Chita.
-Velocista.
-Palito.
-De la selva.
-Palito de la selva.
-Azúcar.
-¡Potencia! -lo sorprendí.
-Barijho -respondió, inmediatamente, en un acto reflejo.

Hoy el Chipi está en Independiente y, aunque el tiempo haya pasado, todavía deseamos que triunfe. Por eso brindamos por vos, Chipi, con el Chicho, a la distancia.

4.8.06

Corazones de mi país 2

Hoy: Carlos Saúl "Pero cor dió, Bernardo" Menem




Si a Carlos lo dejaran vivir en-paz, cerca nuestro, hoy lo veríamos pasar raudamente por las calles manejando una Cherokee con dos tubos de gas, encimados bajo la alfombra oscura que tapa las deformidades del baúl. Esto lo digo porque tendría la Coupé Fuego en el garage, resguardada para salir los domingos. Hoy Carlos, si tuviera una hija adolescente, podría hacer una fiesta de quince en un salón de la Asociación Española, y podría pedir al catering que coloque las gaseosas en jarra sobre la mesa, porque las botellas quedan "feas". Hoy Carlos usaría su rolex adentro de la casa, y saldría a la vereda con una réplica de un Tag Heuer, prácticamente imposible de reconocer junto a uno original. Hoy Carlos usaría la fragancia Acqua di Gio, pero en un frasco genérico. Extrañaría en el supermercado el momento de agarrar un tubo de papas fritas, cambiándolo por un burdo paquete. Hoy Carlos tomaría una cerveza Miller.

Hoy Carlos pediría un fernet en una barra, y segundos después de decir la palabra Fernet, diría la palabra "Branca".

Hace unos meses Mariano Grondona le hizo una entrevista en su programa de tele. Grondona dijo:
"¿Usted sabe, doctor Menem? Le voy a decir lo que pienso. Sinceramente, lo que pienso. A usted lo han atacado por tener un gobierno corrupto, infectado en todas sus esferas. Bien." (Grondona hace una pausa. Junta las manos. Lo mira). "Yo le voy a decir que este gobierno, el actual, para mí es mucho más corrupto. Muchísimo más corrupto de lo que podría haber sido el suyo. ¿A usted qué le parece? ¿Tiene algo para decir?"
Pausa.
Y Carlos respondió:
"Pero cor dió, Mariano... Yo pienso lo mismo."

Hoy Carlos podría tener un cartel pegado a la derecha de la puerta de entrada de su casa que diga "Unidad protegida. ADT Alarmas".

Pero no lo tiene. Por que no está. Porque no lo dejan vivir en paz.

Corazones de mi país 1

Hoy: Luciano "Harry Potter tercermundista" Lamberti



¿Dónde estás, querido Harry, que no te puedo encontrar? Hace varios días que llamo al teléfono de tu casa y nadie contesta; muchos días que me hacen pensar que has tomado tu escoba para nuevamente mudarte. Espero señales de vida, soy Vigna, y me lo merezco.
Harry Lambert no sólo es el paradigma del mago mal tipo sino que ha sido repudiado por gente como el mago Emanuel, y hasta se comenta que quien debía participar de Bailando por un Sueño era Lamberti, y no el mago porteño con cara de pelotudo. Harry Lambert fue tan repudiado en sus comienzos que no sólo lo echaron del colegio-castillo de Hogwards, sino que lo hizo el portero pelilargo, a través del gato. Parece que el gato comenzó a arañarlo hasta expulsarlo definitivamente del edificio. Así llegó, cabeza gacha, a Córdoba.
Hoy el gran Harry devenido en poeta invierte su tiempo en molestar a niñitos que todavía creen en la magia. Lambert se les acerca por detrás (generalmente ataca en la Plaza Colón), les pone los bigotes junto a las orejitas frías y les dice "niño, Harry no existe, Harry soy yo y pronto voy a someterte sexualmente".
Ayer Stephen King solicitó en una movida pública que la autora de la zaga no elimine al personaje de Harry en el último libro, que lo deje vivir, que lo deje ser. Parece que King, después de tanto horror e impotencia, ha llegado tarde. Harry está entre nosotros, se ha vuelto serio, y encima fuma.