"Todos sabemos cómo se hacen las perlas. Cuando accidentalmente entra un poco de arenisca entre las valvas de una ostra, la ostra la enquista, y segrega cantidades de un mucus espeso, suave, que se endurece en capa sobre capa microscópica sobre la irritación extraña hasta que se convierte en un objeto bello, perfectamente suave, redondo, duro y brillante. De esta manera la ostra transforma la arenisca y a sí misma en algo nuevo, transformando la intrusión del error o de lo foráneo hasta hacerlo formar parte de sus sistema, completando la gestalt según su propia naturaleza de ostra.
Si la ostra tuviera manos, no habría perla. La perla llega a nacer porque la ostra está obligada a vivir con la irritación durante un lapso extenso."
Si la ostra tuviera manos, no habría perla. La perla llega a nacer porque la ostra está obligada a vivir con la irritación durante un lapso extenso."
Stephen Nachmanovitch, Free Play, Paidós, 2009 [1991]
1 comentario:
que hijo de perla!
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