Feliz cumpleaños a mi ciudad, reina del viento y la desidia
(aunque no tanto como Zapala), de los pensamientos sin sentido y de una
tristeza esencial, rasposa, juguetona. Feliz cumple a mi ciudad donde tanto
cuesta ser optimista y olvidarse del tiempo vano y de la muerte. Feliz cumple a
esas bardas donde crecimos respirando por lo bajo, mirando una línea horizontal
desdibujada, imaginando el verde. ¡Feliz cumple para todos allá! Para esa
hibridez maravillosa que siempre fue una salvedad en el discurso del “verdadero
mérito de origen” y hoy, después de vivir diez años en una ciudad de supuestas
tradiciones y pasados deslumbrantes, anhelo como nada: ojalá todas las ciudades
y las poblaciones fueran así, jóvenes y mezcladas, sin apellidos ilustres, sin
decadencia oligárquica, sin tanto verso católico, viviendo apenas el presente,
con una resistencia casi inconsciente, resignada y potente, con ricos
cocainómanos amantes del reggaetón hasta que aparezca algo más nuevo. Ciudades
y poblaciones asumiendo la impureza y el resentimiento. Ciudades libres.
Feliz cumple al lugar donde crecí, donde quizás envejezca, a
esos atardeceres en los que dan ganas de ser un insecto sin más consigna que
sobrevivir. Felices 108 años a mi ciudad, más joven que el club del que soy
hincha.
3 comentarios:
Perfecto y adaptable a cada lugar del interior jaja, envejeceremos ahí?...
Seba.
Y la foto mas chota que tenias le pusiste, por que no colgas un video del DANCING WATER FALL que hay en la entrada por alta barda, asi levanta el nivel un poquito.
Nico
Es verdad somos una población algo resignada, algo potente, algo atrevida para querer Mezclarse ¡¡¡¡ así se puede intentar ..sentirse libre...Hay que desvivir con los tradicionalistas no?
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