17.10.10

A ver quién vomita mejor

Hace tiempo que fueron los blogs. Nadie los lee más, ahora estamos todos en el social media haciendo avanzar la civilización hacia la luz cenital del diálogo global. ¡Un asco! Hoy leí una entrevista con el editor de Wired; explicaba lo que ya había aparecido en otro artículo bastante comentado en el círculo de gente que me formé por acá: the web is dead (un título con esa economía de palabras tan hitera que hace del inglés un idioma alucinante). Bueno, la web está muerta: nadie más navega, todos usan sus aplicaciones, acudimos al mercado de servicios invisbles en busca de soluciones para nuestras vidas: pagos online, redes sociales, wikis, servicios de suscripción mediante feeds, mails, ¿pero alguien "leyendo" por ahí? Mala época para la poesía y para casi todo en general. ¿Adónde están las bandas? ¿Dónde quedó esa hermosa cosa que llamábamos escuchar? ¿Adónde está la política? Acá, acá, acá, acá y acá, pero públicos. Públicos al fin. Audiencias. Estoy tan confundido que empiezo a preguntarme cosas como si Arcade Fire es una banda de derecha o de izquierda autonomista. El próximo movimiento político no va a ser un movimiento de masas; va a hacer una agrupación de acupuntura sobre las mentes vicarias del social media; una gran operación conjunta entre los grupos de tareas del social trending y los propios usuarios, los militantes, los nuevos agentes del orden social; van a hacer un megaoperativo y van a chupar un montón de avatares; van a sentarse a tomar guaraná para decidir adónde introducen la variante que va a causar un desorden del que todxs lxs pibxs quieren asistir para contárselo a alguien en una fiesta. El partido del futuro se llama rosca e irradiación. Voy por la calle, por barrios de gente joven con energía y capacidad de transformación; "los veo discutiendo acá y allá", como decía Carl Solomon; y en lugar de escuchar un acople zarpado de viola vieja escuela que haga saltar el reboque y que se pishen los gatos de la vereda, me llega el sonido de un viento limpio que es la máscara de un silencio que da miedo. Mejor entonces que sea así: guardemos el entusiasmo para la década que viene.


Alfredo Jaramillo, chimangos que agonizan, cerebro volador. Te quiero.

2 comentarios:

Barnes dijo...

Demasiado pesimista. De hecho el fenómeno 2.0, el facebook y el twitter hacen que la gente se junte concretamente a hablar en multitudes. Ha empezado a hacer política usando la herramienta. La gente se junta en las plazas por la información que hacen circular en estas redes. La gente está ocupando los espacios públicos de nuevo, los jóvenes vuelven a hablar de política, de proyecto de país, de provincia, de ciudad. Alfredo Jaramillo se debe haber levantado en un mal día porque acá en Argentina se anuncian marchas por la red social y se llenan las plazas y hasta cogen como siempre los pibes con las pibas, los pibes con los pibes y las pibas con las pibas que se tiran besos por facebook. ¿Qué no es el tiempo de la poesía? ¿Cuándo fue el tiempo? ¿De qué poesía? Hace un mes leí en un ciclo y había 50/60 personas (estaba lleno), y hace una semana en el patio del México y había unas 40 en medio de una toma. Cada semana alguien está haciendo poesía en vivo y va gente a escuchar. Que falta… siempre.
Pero todos esos estudiantes yendo a escuchar poesía en el México no murieron por influencia de la web y se quedaron sin ganas de lecturas. Pasaron a leer. De escuchar a leer. De público a poeta. Sólo es cuestión de espacio. Eso no es simple audiencia. Los que están haciendo política tampoco son audiencia.
Las soluciones para la vida no son esas tan prácticas como ver cómo se paga la tarjeta por la web.
Cierro como empecé el comentario: demasiado pesimista pensar que todo está muerto. La web, no sé, ¿cuándo estuvo vivo eso? La década está viva, el que no lo vea se está muriendo y no se está dando cuenta.

Abrazo de gol y espero nos veamos por ahí antes de que termine el año.

jaramillo dijo...

barnes, bueno sí tuve un mal día, pero tampoco creo que 678 haya propiciado un nuevo 17 de octubre. o sí, capaz que es un nuevo 17 de octubre, más melancólico y posmo, como guiño a una época (la movilización de masas) que ya se fue y que no va a volver. cuando digo "audiencias" quiero decir públicos segmentados, lo que no significa que no se pueda conquistar espacios desde ahí (de hecho todos los blogueros K hicieron ruido desde un blog y consiguieron ocupar agenda en clarín, etc.). lo que me interesa de todo esto no es rubricar el acta de la derrota generacional (porque generación es una idea que también ya fue), si no intentar pensar mas bien adonde se está mudando el contexto de la lucha; la pelea de este siglo va a tener una doble arena: recursos naturales y control de la información, es decir, dos asuntos ligados a la idea de propiedad. algunas cosas parece que no cambian nunca.

saludos,

jara.