Once y cuarenta y cuatro de la noche en la ciudad de Cipolletti.
Barrendero cepillando los dientes del cordón junto a mi ventana.
Barre las encías de este barrio, fabrica el olor de la noche,
deja unas huellas imposibles en su escoba, piensa en agacharse para recoger una birome que yace entre las hojas y la basura.
Cómo llegó una birome hasta aquí, si esto es un barrio.
Qué relación existe entre este barrendero y su oportunidad de agacharse, con los sonidos de película erótica que brotan de cierto televisor.
Apareció con una bella mujer de anteojos de carey, tapado negro y pañuelo amarillo cubriéndole la boca.
Tenías tantas ganas de verlo.
Tomamos té y comimos tortas, mientras otros, en otras mesas, hacían del museo un museo.
Alfredo, la mujer y yo quisimos, durante la tarde, elogiar a alguien.
Alfredo y yo queremos, siempre que estamos juntos, elogiar a alguien.
Yo quiero elogiar, volverme una práctica.
***
Yo quiero morir en vivo. Algo así como escupir amor.
11 comentarios:
No hay problema con todo eso. Es bueno elogiar constantemente...y sonreir, aún cuando se te hace una muequita inconciente en el labio superior izquierdo. Es sano escupir amor, sobre todo si es de carne usada.
Morir en vivo es una excelente idea para un óptimo share de un reality y más aún si, al acumular tanto rostro en tu cerebro, lograras apoderarte también de sus pensamientos para volverte el vivo ejemplo de un personaje kafkiano.
No vale elogiar, ya sé. Pero esto no estaba preparado y algo pasó. Hiciste que me pregunte algo.
jaramillo: a quién te has dirigido con tu comentario? Y si (por pura egoística presunción)fuera a mi, me interesaría saber qué te preguntaste.
Gentes, no se hagan preguntas! es para cagada!
Los elogios los dejamos para el próximo encuentro. No vamos a disparar todos los cañones contra nuestros mejores hombres del campito. Para eso ya habrá próxima.
Un gran placer conocerlo. Ahora, desde Bs. As., leerlo.
Saludos!
Tenés razón Pastor, pido venia por mi error. Por tanta pregunta mirá semejante cagada que se mandó Sócrates con su mayéutica.
¿Eh?
Relax, Sepulcro. Acá miramos a Tinelli.
Anita: gracias a vos, y el placer fue mío. Ya elogiaremos. Algo. Beso grande.
Sepulcro: Sócrates preguntaba por borracho: así terminó, bebiendo lo primero que le daban.
Jaramillo: Te quiero. You are fucking crazy, oh yeah. Como Axl.
Jaramillo: yo tb miraba a Tinelli, pero ya no se cae más nadie patinando. Por eso me pasé a GH, por lo menos allí estoy seguro que no pasa nada y no no me quedo con desilusión.
Elogiar por la espalda y criticar de frente son dos cualidades fundamentales de un amigo.
Brindo por esos elogios pastor y por aquellos que fueron bendecidos con tus elogios.
Nico
Nico: vos, yo, el otro, hasta que choquen los planetas. Matando a todo el mundo. Chupando.
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