Dedicado al gran Ricardo Romero, y a todos los chicos que participaron de la colección Laura Palmer. Quién pudiera ser comisario de pueblo, para tomar un cafecito con el Agente Especial Cooper, una mañana fría, en Twin Peaks. Quién pudiera verlo sonreir así.
3 comentarios:
El más grosso entre los grossos ¿te conseguiste la segunda temporada recién salidita? Yo me intoxiqué todo septiembre con eso, y qué rico es el café (porque todos los días, como le dice al sheriff Truman, hay que regalarse algo), y si Dios no existe qué importa si está Diane.
Yo cuando sea grande quiero ser como el agente especial Cooper. Sí Sí.
Un gran abrazo, amigo Vigna y, como dice Hawk, que lleves el viento a tu espalda.
Richard, qué sorpresa, querido... Cuántas ganas de discutir la serie con vos, birra de por medio, salame y queso, por favor!
Espero el momento en el que podamos sentarnos a hablar de él. Del hombre que encuentra a una niña de 18 añitos adentro de la cama en bolas y le dice: "audrey, cuando uno ingresa al fbi, se compromete ética y moralmente. De por vida. Ahora voy a buscar papas fritas. Quiero que te vistas y que me cuentes todos tus problemas".
Y la sonrisa.
Quisiera volver a nacer. Hacerlo en Twin Peaks. Comprar un local. Poner una cafetería. Y esperar. A que un día maten a Laura Palmer. A que un día llegue a mi negocio Gale Cooper. Lo voy a esperar con café y con una tarta de frutilla...
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