Como el amor, la muerte y la música, el patetismo ha demostrado ser un verdadero misterio. Como el burócrata o el esteta, el pateta (que podría llamar patético pero no, porque así sólo marcaría una adjetivación, su condición involuntaria, algo que no maneja, y el pateta, en el fondo, sí lo maneja) ejecuta una serie de actos y de palabras con una convicción cada vez más sólida a medida que aumenta su patetismo. Para decirlo llanamente: el pateta sabe lo que hay en el fondo de las cosas, intuye el descalabro que ejecuta ante el observador que no lo puede creer, y así y todo, o por eso mismo, cree más: da forma a lo realmente inexplicable, situaciones que parecen correr al lado de la razón. Es domingo, ahora, por la noche. En el Canal 13 de Buenos Aires, Jorge Lanata intenta con muy muy poco resultado ejecutar un número de Stand Up. Jorge Lanata, aquél de Día D, el cuestionador intelectualoide, el escritor lúcido anti-corrupción, formador de periodistas, habla en la pantalla de Canal 13 burlándose de Carlos Méndez porque afirmó que votará a favor de la nacionalización de YPF. A ver, para que no se escape: Lanata, en abril de 2012, se burla de Méndez en la pantalla de Canal 13, e intenta desenmascarar algo evidente. Hacía rato que no nos chocábamos con un pateta tan inconmensurable. Lanata, que frente a la dominación política del Kirchnerismo salió a renombrar críticamente estos años con la frase "Ojo que volvieron los noventa", el domingo pasado entrevistó a MARIO PERGOLINI en su programa de Canal 13. Le preguntó si era feliz, si iba a reconciliarse con su padre, si pensaba en la muerte, con la displicencia patética que siempre ejecutó. Y mientras tanto, ¡fumaba! ¡Lanata, en Canal 13, denunciando el regreso de los noventa, fumando en cámara sin tragar el humo, un pucho atrás del otro, entrevistando, como postre de su primer programa, en el primetime del domingo, a Mario Pergolini! Ahora, en este preciso momento, en su número de Stand Up, se burla y critica a Méndez porque va a votar por la nacionalización de YPF. Qué pateta, por el amor de la patria. ¿Es Méndez un pateta, en este mismo contexto? Por supuesto que no: Méndez es un hijo de recontra mil putas, viejo Montgomery Burns de mierda, impune hijo de puta, inteligente de la peor manera. Méndez no actúa con convicción de pateta: Méndez resbala, surfea y ofrece excusas patéticas con la certeza de la coyuntura, una certeza que sostiene con sus hombros endebles sólo esperando que caiga para transar con otras certezas. El pateta Lanata cree hacer uso de la coyuntura, mientras la gente que lo observa se muerde el labio inferior. Lanata fuma creyendo que sigue distinguiéndose por sucumbir ante el cigarrillo, como sus viejos maestros norteamericanos. Lanata cree, cada vez con mayor potencia, hacer preguntas de ostensible espesor y ofrecer argumentos originales y brillantes. Jorge Lanata, el hombre que ha abandonado todo, que ha dejado todo a mitad de camino, que ha escapado de todos sus proyectos como una rata ególatra que pierde el gusto por las golosinas, habla, en estos días, desde Canal 13, con la fuerza misteriosa del pateta. Habla en el fondo sabiendo tener una clave, ejercita uno de los grandes misterios del mundo. Habla con anteojos de carey, y fuma, sabiendo lo van a multar, mientras se regodea con su clave, y fuma, y vale la pena, mucho, mirar la escena que reproduce, sobre todo para quienes comprábamos sus libros y creíamos en sus virtudes con la palabra y la mente. Prueben. Es como mirar a un hombre deforme y no poder sacarle los ojos del cuerpo.
1 comentario:
Muy bueno tu comentario.De paso aviso Martes 22.30 los Jesuítas en Córdoba - Canal Encuentro. Muy esclarecedor ¡¡¡¡
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