Hace un tiempo, mi amigo Alejandro Boglione, de Monte Buey, tuvo que atravesar unos meses del orto por culpa de una enfermedad extraña, hija de puta, que sin previo aviso y sin demasiadas explicaciones paraliza todo el cuerpo y provoca un riesgo importante si no se la agarra a tiempo. Por suerte Alejandro pudo recomponerse, después de un tiempo y con muchísimo trabajo, pero lo logró al punto de que hoy se encuentra como si no hubiese pasado nada. Digo esto, en realidad me lo digo a mí mismo, porque acá en Córdoba nos enteramos que al gran Diego Formía, gran amigo y colega de Río Cuarto, le agarró lo mismo, y ahora está pasando por los momentos más complicados del proceso. Por suerte, también, está muy bien cuidado y controlado por amigos y médicos, así que sólo resta que pase un poco el tiempo para que Diego pueda recomponerse totalmente. Eso es lo que va a pasar. Escribo esto, en definitiva, para mandarle la mejor desde acá al gran Diego, decirle que ya va a pasar y también para compartir un poco de música con él, música que ayude a pasar un poco la mala.
Así que acá, Diego, dejo unos rocanroles. El primero es éste, como para ir arrancando así, tranca:
Acá te dejo un poco de Luis Alberto:
Y al final el final:
Abrazo grande y aguante para allá, de todos los de acá.
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