30.3.10

Todavía no pasó nada pero hay que darle tiempo




Los científicos han logrado hoy, por primera vez, la colisión de haces de protones en el gran acelerador de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN) a una energía de 7 TeV (teraelectronvoltios), en un paso clave para desvelar los misterios de la creación de nuestro Universo.

Este resultado, que se obtuvo después de dos intentos fallidos, abre las puertas a una nueva fase de la física moderna, pues permitirá dar respuestas a numerosas incógnitas del Universo y la materia, según los científicos del CERN.

Pocos minutos después de las 13.00 hora local (11.00 GMT), los cuatro detectores gigantes del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) -el Atlas, Alice, CMA y LHCb, repartidos en distintos puntos del túnel de 27 kilómetros de largo que forma el acelerador- fueron registrando los choques de los haces de partículas inyectados en sentido opuesto.

El director general del CERN, Rolf Heuer, expresó su gran alegría y excitación por lo que calificó de "principio de una nueva era para la física moderna", en declaraciones transmitidas por videoconferencia desde Japón, donde se encuentra de visita.

"Con esta experiencia se abre una ventana para obtener nuevos conocimientos del Universo y del microcosmos, aunque esto no será inmediato", señaló el director general.

La alegría de los científicos en las salas de control de los cuatro detectores era palpable.

"Es impresionante que el detector pueda ver las colisiones, pero también mostrarlas en cuestión de segundos", dijo a Efe el español Juan Alcaraz, investigador del CIMAT (Centro para la Investigación Interdisciplinaria Avanzada en Ciencias de los Materiales), y uno de los coordinadores del detector CMS.

"Sabíamos que podía registrarlo, pero verlo es magnífico. Ahora lo que nos preocupa es que la máquina funcione correctamente y eso lo veremos en los próximos días", añadió en referencia a que comenzará la recogida de datos e informaciones proporcionadas por el mini Big Bang recreado con los choques de partículas.

"Después de casi 20 años, ahora vamos a explorar un nuevo territorio", dijo el científico sueco Erik Johansson, al explicar que acelerando y chocando los protones a esa energía esperan resolver secretos como la materia oscura, que forma la mayor parte del Universo, descubrir la antimateria o el famoso bosón de Higgs.

La existencia de esa partícula, que debe su nombre al científico que hace 30 años predijo su realidad, se considera indispensable para explicar por qué las partículas elementales tienen masa y por qué las masas son tan diferentes entre sí.

Fin. El objetivo a corto-medio plazo de esta nueva experiencia es lograr, en dos años, "hacer colisionar unos 2.800 haces en cada sentido, para provocar millones de choques, tras lo cual habrá una parada técnica de un año", explicó el científico Michael Barnett.

Siete TeV es la mitad de la potencia calculada del acelerador, y sólo después de esa larga pausa, cuando se haya revisado minuciosamente todo el engranaje, se intentará alcanzar la velocidad de 14 TeV, una energía aún más cercana a la de la creación del Universo.

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Esta noticia es de La Voz del Interior en su versión Web. Quiero decir que hay dos cosas que me enorgullecen, además del funcionamiento de la máquina. La primera es que los redactores del diario hayan optado por la palabra ""Fin" en estos últimos párrafos, en vez de haber puesto "Objetivo", o "Lo que viene". Se ve que somo varios los que nos rascamos el culo cuando pasan estas cositas. Y lo otro es un pequeño triunfo de la imaginación: en el cuento Hadrones, del libro del mismo nombre (Recovecos, 2009), el narrador detalla el panorama en la sala de controles del CERN de la siguiente manera:

"Un reloj contador apareció en un extremo de la pantalla. Faltando menos de media hora comenzaron a emitir imágenes en directo desde el lugar donde estaba emplazado el Colisionador. Mostraron las instalaciones del CERN y un gran centro de mandos, con mostradores similares a los de la Nasa en las películas del espacio, donde cientos de científicos de todo el mundo controlaban los últimos detalles. La imagen era mucho más real y relajada que en las películas. Aparecían personas festejando y estrechándose las manos."

Miro las fotos de acá arriba y me emociono. ¡Gracias, ciencia! ¡Todos la tenemos adentro!

1 comentario:

Norma dijo...

Después de todo esto menos mal que puedo ver la videoteca y al flaco.Gracias Vigna.